Un fascinante viaje al centro de la historia del entretenimiento electrónico, en tu propio idioma.
En contra de lo que opina el gobierno de mi país en materia de seguridad vial, yo pienso que tal y como están las carreteras españolas hoy en día, los coches, especialmente los deportivos, deberían poder correr todo lo que quisieran y encima venir de fábrica con ametralladoras y otras armas instaladas de serie.
Y que conste que no aspiro a estar en ningún comité de sabios del tráfico ni nada, lo que pasa es que toda mi experiencia como conductor pasa por jugar a...
El flipe de los arcades. SPY HUNTER.
El videojuego de Bally Midway no era como esas aburridas clases teóricas sobre educación vial y nos ponía de verdad, en la práctica, al volante de un auténtico coche de espías o, mejor aún, al volante del auténtico coche del CAZADOR DE ESPÍAS.
Pero qué le vamos a hacer. Supongo que cuando se aprende a conducir con este juego con 11 o 12 años, lo normal es crecer creyendo que entre los complementos de serie normales de un coche están los misiles tierra-aire.
Ahora, claro, este videojuego, SPY HUNTER, estaría prohibido por las autoridades, por lo malvado de sus enseñanzas como que tienes que dispararle siempre a las limusinas negras y a las motocicletas, y subirte a todos los camiones que veas.
No quiero ni imaginármelo: si en la sociedad tan guay en la que vivimos ahora en el 2008 por llevar una cerveza de más al conducir puedes dar con tus huesos en la cárcel, ¿cuánto puede suponer, digamos, soltarle dos ráfagas de ametralladora a un motorista, empujar tres coches contra el arcén, y adelantar repetidas veces por la derecha a otros tantos vehículos mientras derribas con un cohete a un helicóptero de la DGT?
En años de cárcel no sé, pero en puntos de carnet, ¡como mínimo 24!
SPY HUNTER, amigos. Puede que para alguno fuera la partida de fin de semana durante unos años, el descanso de los recreos, o que le suponga tal vez algún verano.
Gran, gran videojuego de una marca (Bally Midway), que después no hizo nada más y fue una mierda.
CÓMO JUGAR HOY A SPY HUNTER:
Hay doscientas o trescientas grandes experiencias en la vida y, no voy a engañaros: la mayoría de ellas no tienen que ver con los videojuegos. Con estar borracho esnifando cocaína sobre el arcade original de SPY HUNTER mientras un grupo de rubias te la chupa, tal vez, pero ¿con simplemente jugar en tu ordenador a un videojuego emulado de hace 25 años? PUES NO.
Y es que, se ponga nadie como se ponga, gran parte de la magia de SPY HUNTER estaba en el volante y el acelerador del arcade y en el hecho de que teníamos 12 jodidos años.
Por cierto, que si alguien se entera de algún partido político serio que esté a favor de que los Porsches vengan con uno o dos lanzamisiles instalados que avise.