Un fascinante viaje al centro de la historia del entretenimiento electrónico, en tu propio idioma.
Samantha Fox Strip Poker
Samantha Fox Strip Poker
Samantha Fox Strip Poker
Samantha Fox Strip Poker
Samantha Fox Strip Poker
Samantha Fox Strip Poker
Samantha Fox Strip Poker
Samantha Fox FAX Strip Poker
Es difícil hablar con propiedad sobre el videojuego que hoy nos ocupa, Samantha Fox Strip Poker, y es difícil hacerlo porque todas las personas que participaron de una u otra forma en su proceso de producción permanecen aún hoy escondidas, probablemente bebiendo y sujetando un cigarro con una mano temblorosa, haciendo un esfuerzo por olvidar.
Es en situaciones así - sin fuentes fiables, ni testimonios de primera mano, ni artículos de la Wikipedia que poder consultar -, cuando muchos colegas historiadores sienten la tentación de coger e inventárselo todo, pero eso, desde luego, no es lo que voy a hacer yo hoy aquí, al contrario: puedo asegurarles que este artículo será riguroso, será imparcial y, lo más importante, que estará basado únicamente en los hechos, y ¿saben por qué? Porque cualquier otra cosa sería como traicionar a mi profesión, la profesión de Historiador de los Videojuegos.
Dicho esto, conviene aclarar que Samantha Fox Strip Poker fue uno de los primeros y más lamentables videojuegos pr0n en la larga y muy lamentabilísima historia de los videojuegos pr0n, y punto. Un programa lo que se dice penoso, vaya. Una mierda, lo peor.
Sin embargo, hay que reconocer una cosa y es que, en su momento (en 1986), Samantha Fox S. P. podría haber llegado a ser un adelanto espectacular e incluso un hito maravilloso en la lista de los más grandes avances en la historia de la humanidad.
Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un tiempo en el que no existía Internet tal y como la conocemos ahora, y nuestras computadoras aún no habían desarrollado la capacidad de almacenar pr0n, ni de estar hasta los topes de pr0n, ni de, básicamente, desbordar eso por los cuatro costados, pr0n.
Y, por primera vez, alguien iba a desarrollar un software capaz de representar en pantalla a una tía en bolas. ¡Una tía en bolas, en 1986! Aquello era como OMFG!!!!1unounouno
El juego de la casa Martech prometía ser la revolución técnica y social del momento y, por unos días, si acaso unos meses, la humanidad entera pareció contener la respiración. ¿Podía ser vencida, por fin, aquella frontera técnica?
¿Es que íbamos a poder disfrutar, al fin, de un programa capaz de hacernos crecer pelo en las palmas de las manos?
Desde el principio, S. F. Strip Poker nació envuelto en polémica. Poco es lo que se sabe de su alumbramiento ya que no han llegado hasta nosotros bocetos con diseños previos ni existe ningún documental. Apenas sí tenemos una oscura referencia en una revista de ámbito local, aunque a partir de ahí, las fuentes se disparan.
Así es, Bob. Tan pronto como sale la noticia a la luz, parece que en 1986 nadie puede dejar de hablar de otra cosa: "Samantha Fox, conocida modelo pin-up británica, oficialmente primera persona en desnudarse dentro de un videojuego."
La noticia corrió como la espuma y la espuma corrió como, bueno, ya saben. S.F.S.P. tenía todos los números para ser un gran videojuego, imagínense: ¡Nada menos que Samantha Fox en pelotas, en cualquier tipo de Spectrum, y no sólo en los de 128K!
Esta moza, esta tal Samantha Fox (literalmente: "Samantha Zorra"), también conocida como "las tetas del cuarto de millón de libras", había saltado a la fama tres años antes, tras posar semidesnuda en la portada del conocido diario inglés "The Sunday People" (literalmente: "Los Domingueros").
Con la anatomía y voluptuosidad de la sex symbol británica, y las reglas del noble arte del Strip Poker como único argumento, las previsiones comerciales auguraban a este videojuego un éxito un millón de veces superior al de The Way of the Exploding Fist.
Y es que, aparentemente, en los años 80 todo varón adolescente que se preciara debía tener en su cuarto un póster de Samantha Fox. Estaba claro pues: a poco que los videojuegos se vendieran como pegatinas, aquello iba a ser el rien ne va plus.
La expectación era enorme. Amparados bajo una laxa fiscalidad, banqueros y hombres de negocios de medio Reino Unido comenzaron a invertir en secreto en el desarrollo del videojuego. Hasta se llegó a decir que estaba cantado, y que Samantha Fox iba a ser portada de la próxima edición de TIME.
Los ejecutivos de Martech, todos ciegos, se frotaban sus manos llenas de pelos.
Pero no todo el mundo se mostraba tan entusiasta, y eso a pesar del gran adelanto que suponía presentar por primera vez en nuestros ordenadores a una tía desnuda en dos colores.
Varios críticos y expertos informáticos ya advirtieron que mezclar sexo y los Spectrums no podía acabar bien.
Nadie les escuchó.
Para entonces, gente rara de toda Europa comenzaba a llegar a Londres envuelta en sus gabardinas para comprar este juego. Pronto Martech se dio cuenta de que ciertos aspectos del éxito iban a ser difíciles si no imposibles de controlar.
Como el escándalo de Lexington Square, el mismo día del estreno del S.F..., cuando cientos de madres indignadas se reunieron en la plaza de dicho nombre para quemar los Spectrum 48K de sus hijos y poner fin así a aquella indecente "oleada de puterío".
Pero lo peor para los ejecutivos de Martech estaba aún por llegar. Al poco de su salida, las publicaciones informáticas especializadas más populares comenzaron a asociar su videojuego con palabras tan duras como "FRACASO" o "ESTAFA".
Al parecer, la compañía inglesa, en vez de digitalizar directamente a Samantha Fox desnuda había optado por escanear las fotocopias de unas fotografías suyas pasadas previamente por impresora matricial y enviadas luego una y otra vez a través de un fax muy muy jodido porque, joder, no veáis con el fax...
Yo tenía entendido que las tías gordas, viejas o feas se ponían en las fotos no sé qué de Flush, de Flesh o de Flash, pero la Samantha Fox lo que usaba era un montón de FAX.
Incluso para los estándares habituales de porno de BBS, las supuestas "imágenes eróticas" que venían con el juego dejaban mucho que desear. Según el Herald Tribune, la técnica utilizada era tan pobre que "mostrar a Samantha Fox como una cadena de unos y ceros hubiera resultado bastante más explícito y sexual".
Y es que, desprendámonos de tabúes: en términos de excitación erótica, Samantha Fox Strip Poker venía a ser comparable a meter los dedos en un enchufe o a tirarse de cabeza desde un sexto piso.
La reacción no se hizo esperar y después de sus madres fueron los propios usuarios los que, en protesta por este juego, quemaron a su vez todos los Spectrums 48K que habían sobrevivido. En total más de 120.000 Spectrums 48K fueron quemados.
Fueron tiempos duros para Sinclair, vaya que sí. De hecho, la marca de computadoras inglesa jamás se recuperó de un golpe así.
Hay muchas anécdotas desagradables en torno a este juego, desde rumores de gente contagiada de HEPATITIS G, pasando por el curioso caso que no puedo dejar de comentar de un tío que una vez jugando le salió un ful y todo emocionado comenzó a hacerse una, bueno, una heyhey, ustedes ya me entienden.
Imaginen su cara en mitad del asunto al ver aparecer la foto jodida de la derecha --->
Tras el juicio, Samantha Fox fue condenada a una multa de 12 £ y a enseñarle a ese buen señor las tetas en vivo, pero se rumorea que la cosa no fue a más.
Los programadores de Martech, en cambio, no corrieron tanta suerte.
Perseguidos todavía hoy por sus antiguos clientes y por el archiarruinado dueño de Sinclair, muchos de los trabajadores de Martech que sobrevivieron a los altercados posteriores al estreno de este software permanecen aún escondidos ocultándose de la sociedad y comunicándose a través de hombres de paja en salas de chat y grupos de news como comp.sys.sinclair.spectrum48k.alt.pr0n.net pero, por favor, ahora que los han localizado no vayan a perseguirles con piedras, cadenas y palos.
Piensen que antes de que existiera Internet la gente para conseguir un poco de humana relajación se veía obligada a hacer cosas verdaderamente estúpidas, como frotarse contra otras personas en el transporte público o, mucho peor, comprarse el S.F.S.P. (o sea, esta mierda de juego).
De todos modos, es que, joder, hasta la parte de póker del S.F. Strip Poker era también un coñazo. Tengo una pregunta: ¿La inteligencia artificial de la máquina estaba mínimamente basada en la inteligencia de la auténtica Samantha Fox? Lo digo porque si es así LA TÍA ESTA ERA IDIOTA.
Del ridículo legado que dejó este programa de software supuestamente erótico y en realidad decepcionante se desprende una lección que debería hacer reflexionar a todo el mundo, y me refiero a TODO el mundo. ESCÚCHENME, PROGRAMADORES: Hay cosas que, juntas, simplemente no funcionan, y algunas de esas cosas son los Spectrums, el sexo y sus PUTOS APARATOS DE FAX.
Esta fue, en definitiva, la vergonzosa historia de Samantha Fax Strip Poker. Una historia repleta de ambición, sexo binario, graves correcciones en bolsa y unas tetas tan grandes y famosas que debían ser trasladadas entre escoltas y camiones cisterna.
Eso sí, el puto Jetpac me la ponía más dura.
CÓMO TRABAJARSE HOY LA COSA CON EL SAMANTHA FAX STRIP POKER: Es difícil comprender por qué alguien en pleno uso de sus facultades mentales querría intentar masturbarse con un videojuego penoso de hace 21 años que hizo pobre y miserable a muchísima gente, pero ya que insisten en volver a pasar por eso creo que, hmmm, digamos que no, joder, déjenme en paz, ¿vale? ME NIEGO A ENLAZAR ESTA MIERDA.