NEXUS. Año: 1986. Casa: Nexus Productions Ltd.

Tu nombre es Jack y tu profesión periodista, y tu misión es infiltrarte en el cuartel general de un peligroso cártel colombiano de la droga, equipado únicamente con una cámara fotográfica y un vale para una moto acuática.

Una vez en el interior del complejo deberás contactar con los miembros de la organización Nexus, encontrar y rescatar a tu colega Tayo, y confirmar los 32 rumores que circulan sobre el señor de la droga antes de que se te adelante la competencia.

Tu jefe, el editor de «El Clarión», quiere el artículo en su mesa antes del lunes a las 6, ¡buena suerte!

Y recuerda: ¡sólo Nexus puede ayudarte a conseguir el objetivo!

Salvo algunas libertades que me he tomado, este era el argumento de NEXUS, un extraño videojuego de 1986 programado para ZX Spectrum, Amstrad CPC y Commodore 64.

Argumento del que por supuesto no tenía ni idea cuando era pequeño porque el juego venía en inglés. Sin embargo, eso no me impidió nunca disfrutar de la experiencia como un enano porque, como pienso demostrar en este artículo, NEXUS se manejaba perfectamente en ese otro gran idioma universal que es molar mucho.

Entrada del prota en NEXUS

El videojuego comenzaba con el protagonista entrando a toda pastilla en la base enemiga a los mandos de una moto de agua al más puro estilo de EOH, ESOS DEL CÁRTEL ME LA SUDAN.

Y cuando llegaba a tierra en lugar de bajarse de la moto en plan normal poniendo un pie en el suelo, como haría *todo el mundo*, el tío cogía y daba un salto mortal en el aire porque él era Jack, licenciado en Periodismo por la Universidad de Chuck Norris (en serio, nunca entenderé porqué no hicieron una peli de este juego).

Verse de crío esta especie de introducción y decidir que NEXUS iba a ser la puta releche era todo uno, pero ahora, si no os importa, hablemos de lo que realmente iba el juego: de las patadas voladoras.

Mapa de NEXUS

Sobre el papel NEXUS era una aventura de espionaje y exploración ambientada en la sede central de oficinas de una organización de malos.

Tras establecer contacto con los miembros de Nexus (la organización secreta dentro de otra organización secreta que daba nombre al juego), nuestra tarea consistía en ir de un piso a otro en el ascensor registrando todas y cada una de las habitaciones en busca de pistas que luego debíamos transmitir a través de unos terminales.

El problema es que los guardias estaban por todas partes y eran unos tíos de cuidao que se vestían de colores para expresar su peligrosidad (de más a menos mariquita en este orden: amarillo, azul celeste, naranja, azul marino, rojo y negro).

Para superarlos, contabas con un amplio arsenal de movimientos como puñetazo, PATADA VOLADORA y otro de lo más socorrido de hacer la zancadilla o trabanqueta, aparte de las pistolas, metralletas y granadas que encontraras por ahí, aparte que siempre se podía ir a los de Nexus y pedirles un pase falsificado, pero, honestamente, las patadas voladoras.

Las patadas voladoras en NEXUS eran tan acojonantes que una buena parte del interfaz del juego estaba dedicada exclusivamente a recordarte que deberías estar haciéndolas.

El juego, para entendernos, venía a ser como una especie de Elevator Action MASIVO en el que podías ir por ahí metiéndole a todo quisqui, y sólo por eso para mí ya se merecía un 10.

Qué gran sensación era estarse de pequeño frente al Amstrad, rodeado de matones y llamando al ascensor (que el cabrón nunca llegaba a tiempo), mientras te defendías como podías, a base de integridad periodística y altas dosis de Kung-fu.

Por supuesto - hay que hacer hincapié en ello -, no todo en NEXUS iba de dar patadas voladoras todo el rato.

Los jugadores que así lo prefirieran podían jugar de forma más pausada y detectivesca haciendo uso de la doble clandestinidad de los agentes de Nexus, reconocibles por ser los únicos en todo el juego vestidos de verde, además de ir por ahí con una foto de su cara colgando del cuello. Para empezar a tratar con ellos bastaba acercarse y saludar.

Claro que con cuidado, porque en el despiadado mundo de acción y peligro de NEXUS la diferencia entre un saludo amistoso y una patada en la boca era a menudo imperceptible.

Y es que, yo no sé si mi mando estaba roto o qué, pero muchas veces tocaba arriba para decir "hola" y sin querer me salía una patada voladora.

La que se armaba entonces ni te cuento, pero mis hermanos aún recuerdan el sonido de la alarma de este juego, y sobre todo su único y corto tema musical, que tras sonar durante horas inducía al más pintado a un estado precatatónico de frenesí asesino.

Otro punto fuerte de NEXUS es que no era parco en volteretas, al contrario. Además, el protagonista podía hacer fotografías (?), e incluso realizar un salto tipo "A Hard Day's Night - Can't Buy Me Love" que servir no es que sirviera de mucho pero mira, por si acaso, ahí estaba (macho, de verdad, qué juego tan extraño).

NEXUS era verdaderamente raro de cojones cojonudamente raro. Joder, que hasta la caja en la que venía era también rara.

Creo que para cuando terminé de fliparlo con este juego, no, espera: nunca terminé de fliparlo.

Sin vidas, ni puntuaciones, ni records, NEXUS era el videojuego de las pelis de kung-fu chulas que nunca tuvieron videojuego.

De hecho, mirando atrás, me extraña que no lo reeditaran en su momento con una gran pegatina de "MATRIX" puesta encima porque, sinceramente, yo creo que hubiera colado.

Uno de los juegos más malditos del extinto catálogo del CPC - como que la revista Micromanía le puso un dos sobre cinco (!!!) -, se suponía que sus programadores Tayo Olowu y Paul Voysey iban a continuar la trilogía con "Sexus" y "Plexus", pero entre los poderes fácticos británicos, que se lo impidieron, y la puta Micromanía, ya nunca más volvimos a saber de ellos.

Así concluye, envuelto en misterio, este tiempo web dedicado a NEXUS, una de las aventuras barra simulador de patadas voladoras más jodidamente avanzadas del siglo XX, y que no merecía menos para acabar que este exclusivo dossier de inteligencia, probablemente la única muestra de inteligencia presente en este artículo:

¡Organización secreta al descubierto!