Videojuegos olvidados

Un fascinante viaje al centro de la historia del entretenimiento electrónico, en tu propio idioma.

One on One - Homo Cover

Julius Erving y Larry Bird en... UNO SOBRE UNO

One on One - Apple ][

Julius Erving y Larry Bird en... QUÉ COÑO ES ESTO

One on One - C64

ESTO ES BALONCESTO

One on One - C64

HALA, YA HAS ROTO LA CANASTA

One on One - More homo shit

Larry Bird, Julius Erving y el programador Eric Hammond en... UNO SOBRE UNO SOBRE UNO HACIENDO UN TRÍO

FINISH HIM!

VEN AQUÍ QUE TE MATO

ONE ON ONE. Año: 1983. Casa: Electronic Arts.

Muchas buenas madres estadounidenses se asustaron lo suyo, y con razón, cuando en las navidades de 1983 los hijos de toda una nación reclamaron al unísono este juego, el One on One o "Uno sobre Uno".

Sobre todo cuando en pleno centro comercial y delante de todo el mundo los niños les decían en inglés: "Mami, mami, ese, ese: el Uno sobre Uno!" y ellas, claro, descubrían con horror la portada esta de la derecha ->

Lo que debieron pensar las pobres: Un videojuego llamado Uno sobre Uno con dos bigotudos sudorosos, uno de ellos un negraco descamisao y el otro un blanco taponándose el culo...

Todo esto a principios de los años 80, en plena era reaganista, por muy Julius Erving y Larry Bird y estrellas del basket que fueran, como que no.

Algo que el entonces CEO de Electronic Arts, el mismísimo Trip Hawkins, llegó a admitir años después: que aquella portada en cuestión les hizo mucho daño, aunque por contra hay que reconocer que también gracias a ella hubo mucho mariquita confundido que a la que pudo se hizo con este juego.

Desde luego en la primavera de 1984 el Uno sobre el Uno resultó ser el videojuego homo a tener, muy particularmente en su primera encarnación para Apple ][, cuya avanzada tecnología gráfica para la época conseguía hacer indistinguibles un match de baloncesto del ejercicio de la sodomía.

Sería sólo con la aparición de versiones menos aceitosas para Atari, Commodore y Colecovision, y una nueva portada con los pezones erectos del Dr. J debidamente pixelados que la cosa mejoraría, y mucho, produciéndose un sonoro "Ooooh" de alivio entre los hinchas del ramo.

Aclarados por fin todos los malentendidos gays en torno al juego, parecía que para el verano de ese mismo año el Uno sobre el Uno estaba listo para triunfar.

Atari ya había utilizado deportistas reales como gancho en 1978 con "Basketball" y su anuncio con Kareem Abdul-Jabbar, pero el programa de Artes Electrónicas iba más allá al integrar la imagen y el nombre de atletas famosos directamente dentro del juego.

Para eso ni Julius Erving ni Larry Bird podían haber sido mejor escogidos: estrellas de la NBA y máximos anotadores en sus equipos, los Philadelphia 76ers y los Boston Celtics, con una rivalidad "clásica" tras tres finales de conferencia consecutivas. Uno atlético, explosivo, penetrador, el otro frío y con un fino juego de muñeca.

Era una dicotomía perfecta. Reversos, extremos enfrentándose. Por el amor de Dios, pero si uno incluso era negro y el otro blanco.

Puede parecer idiota, pero en los años 80 ese era el tipo de idea con la que te hacías archimegamultibillonario.

Para mejorar las perspectivas, Larry Bird acababa de conquistar su segundo anillo de la NBA (el año anterior había sido de Erving), lo que garantizaba a Electronic Arts un software en su catálogo como mínimo al 50% ganador.

No obstante, si el programa se hizo tremendamente popular fue por un detalle tan simple como genial, y es que al machacar la pelota en el aro, según y cómo, podías romper el tablero, una sugerencia del propio Dr. J al programador Eric Hammond de la que hasta Larry Bird tomó buena nota.

Así fue como el juego de baloncesto en el que "podías cargarte la canasta" se convirtió en la gran sensación de la que todo el mundo hablaba.

Antes de que nadie pudiera darse cuenta, las sacas de dinero daban tres veces la vuelta a la sede de Electronic Arts.

Fue un largo y duro camino repleto de sinsabores y rectificaciones del departamento de marketing, pero cuando a principios de septiembre y tras hablar con los inversores, Trip Hawkins salió de su despacho repartiendo champagne, todo el mundo supo que lo habían conseguido: oficialmente el de 1984 era el verano del number One on One.

Aquella jugada maestra iba a catapultarles al siguiente nivel, dando inicio a una lucrativa saga de videojuegos deportivos, bajo el sello de EA Sports. Con ese objetivo se pusieron a trabajar de inmediato en una expansión del One on One con estadísticas actualizadas.

Sin embargo, el 9 de noviembre de 1984, en el primer Sixers - Celtics de la nueva temporada de la NBA, todos los planes de Electronic Arts se fueron a la puta mierda.

Unos 15,000 espectadores llenaban aquella noche el antiguo pabellón del Boston Garden para presenciar en directo a dos estrellas no sólo del baloncesto, sino también de los videojuegos.

Todo apuntaba a un encuentro colosal, los comentaristas corrían para la audiencia simulaciones del One on One en directo y se esperaba una media de 2'3 tableros rotos por período.

Pero lo que iba a ocurrir en aquel infame final del tercer cuarto...

Ninguno de los presentes se pone de acuerdo en qué se dijeron aquella noche Bird y Erving para acabar así a puñetazo limpio, pero la mayoría coincide en que fue algo del One on One.

Corrían rumores absurdos por aquel entonces, como que aprovechando los viajes de su equipo Bird se había puesto a estudiar lenguaje ensamblador, y un día que Eric Hammond estaba distraído, le metió una subrutina secreta en el juego para subirse los porcentajes de tiro.

El caso es que Charles Barkley, todo rookie emocionado porque el Dr. J le había prometido que iba a estar en el One on One 2, no lo dudó y agarró a Bird del cuello. Acto seguido, Moses Malone, no se sabe esperando muy bien qué, también se apuntó.

El resultado fue un "three-on-one" o "tres contra uno" en toda regla y de manual, aparte de la primera pelea en una cancha de baloncesto por culpa de un videojuego.

David Stern, nuevo comisionado de la NBA en 1984, fue salomónico sancionando con 7,500 dólares a las dos partes, incluyendo a Electronic Arts, por la influencia violenta de su videojuego en los jugadores.

En cuanto a los planes de la compañía, es cierto que aquel lío lo congeló todo, pero sólo por un tiempo, porque en 1988 salió el One on One II: Bird vs. Jordan, aunque Jordan, muy astutamente, exigió que antes de aceptar código de Larry Bird le pasaran el antivirus.

De todos modos yo el One on One ni lo probé ni lo tuve nunca, así que en propiedad tampoco es que pueda opinar.

CÓMO JUGAR HOY A ONE ON ONE: Como dije antes, ni idea.

Dr. J y Larry Bird odiándose

2015, Carlos Miguel Ruiz

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